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No hay manera de asirse al optimismo, de encontrar puntos de apoyo que faciliten confiar en el futuro inmediato. ¿Para qué querrán hacerse con el poder, si está en chino ser presidente de la República, en este país donde se miente y se engaña tanto?
El balance del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa está más que perfilado: es rojo, en estricto sentido, insisto, es rojo, tanto por el número de muertos y desaparecidos que se acumulen hasta el 30 de noviembre de 2012, como por el incremento de mexicanos en posibilidad de morir, literalmente morir de hambre. En cuanto a la macroeconomía, que no estén tan confiados, ya se podrá constatar cómo resuelve su problema Barack Obama, porque en el sentido que Estados Unidos encamine su techo de endeudamiento, deberá hacerlo México.
¿Cómo es posible que el presidente de la República se muestre tan ufano, plantando árboles, tirando línea a la cúpula de su partido, reclamando y retractándose de su llamada de atención al Poder Judicial de la Federación, cuando las cifras, las implacables cifras desmienten lo que él quiere, necesita transmitir con su sonrisa, la exhibición de desmedida confianza en los actos públicos?
El Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (Inegi), que no está dirigido por un embozado malandrín de la oposición, que no puede mentir, informa que nueve de cada 100 habitantes en México viven de las transferencias que reciben de instituciones del gobierno, privadas o de otros hogares; en tanto que sólo 4.7 por ciento de su población percibe más de seis salarios mínimos.
También reporta el Inegi que el universo de personas beneficiadas con transferencias para sobrevivir, principalmente gubernamentales, está integrado por 10 millones 239 mil mexicanos, una magnitud de beneficiarios que prácticamente duplica al grupo de perceptores con ingresos mayores a seis salarios mínimos, el cual está constituido por 5 millones 360 mil asalariados.
Sobre una población total de 112.7 millones de habitantes, el organismo encontró que hay 66.2 millones de personas que reciben recursos económicos de manera regular por remuneraciones a su trabajo, subordinado o independiente; transferencias y rentas.
Las cifras de la más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), indican que la pobreza por bajos ingresos se ha extendido y profundizado durante este gobierno. Los más pobres ganan menos y los más ricos ganan más; por ejemplo, en la ENIGH de 2006, el ingreso percibido por la población más acaudalada rebasaba 14.1 veces al de la población más pobre. En 2010 la diferencia fue de 18.2 veces, como resultado de un ingreso corriente de 118 mil 428 pesos en promedio trimestral, percibido por la población más rica, y otro de 6 mil 163 pesos que recibe cada integrante del estrato más pobre de México.
Todavía falta que nos sorprendan con las cifras reales del Seguro Popular, porque por el momento las maquillarán mientras puedan, pues es parte de su propaganda política, en el esfuerzo por mantener a Acción Nacional en el poder, lo que ya se ve muy, pero muy difícil.
Además y para enriquecer el optimismo de los mexicanos, Armando G.Tejeda, corresponsal de La Jornada en España, informa desde Madrid que el economista jefe para América Latina del Banco Santander, José Juan Ruiz, señaló que el binomio “violencia-narcotráfico” es un fenómeno que no afecta a la inversión extranjera en el corto plazo, pero que en el mediano y largo plazos “es insostenible”.
Escribe el reportero: “El experto en la región de la institución financiera española también alertó del riesgo de <<sobrecalentamiento de la economía>> en América Latina, que podría provocar una crisis inflacionaria que tendría efectos <<devastadores>> en el <<nivel de vida de los más pobres>>.
“En relación con la ola de violencia que sufre la región, con especial virulencia en México y Centroamérica, el economista reconoció que será una situación <<insostenible>> en el mediano plazo. Sobre el narcotráfico, porque la violencia es narcotráfico, los inversores tienden a disminuir su importancia. Si se pregunta en una reunión de empresarios, al que sea, si dejarían de invertir en el país X porque tiene los peores resultados de educación en el informe de PISA, verán cómo jamás ninguno ha dejado de hacer un proyecto de inversión que considera rentable porque el sistema educativo del país no es capaz de generar resultados positivos”.
Claro que los panistas de hueso colorado, los aferrados al poder o esos que le endulzan el oído a su patrón y jefe, el presidente de la República, considerarán que los españoles están equivocados, que nos ven como “sudacas”, y harán todo lo posible por quedarse con los ahorros de esta aterida nación, como lo muestran los balances de sus casas matrices -Santander, Bilbao Vizcaya y demás, por mencionar a algunos-, en los que México aparece como una de sus mejores fuentes de ingreso, si no es que la mejor.
Todavía está por escribirse la historia y el costo de despojar a México de su sistema financiero, y en ella Acción Nacional desempeña un papel preponderante.
Por lo pronto, es momento de que quienes nos gobiernan respondan: ¿cómo es posible que Felipe Calderón Hinojosa considere que este país está mejor que cuando lo recibió?
@OrtegaGregorio
SALUDOS GOM
Comment by RP — July 22, 2011 @ 10:34 am
Comment by leonor — July 22, 2011 @ 11:23 am