- La Constitución debe ser llave maestra para abrir la puerta a la reforma política que el país necesita como el agua, como la despetrolización, la reconstrucción de la calidad educativa, la anulación de las actividades de corrupción y la desaparición de la impunidad
¿Cómo quedará constituido el Congreso Constituyente de la Ciudad de México? ¿Habrá equilibrio entre las representaciones de los partidos? ¿Cuál de ellos impondrá su sello? ¿Será la Constitución de la nueva entidad federativa, la llave para abrir la verdadera reforma del poder que este país requiere para que, al menos, las reformas estructurales rindan los frutos que de ellas se esperan?
Apenas empiezan a pactarse los acuerdos, pero ciudadanos estudiosos del tema tienen su opinión. Un amigo y lector me hizo llegar la suya, que considero de interés y reproduzco.
Si van a reformar todo, Sería pertinente pensar en una distribución territorial que responda a las necesidades actuales de la población.
Las demarcaciones de las delegaciones fueron diseñadas en otra época. Un ejemplo es el caso de los vecinos de San Ángel. ¿Qué tenemos que ver con las barrancas de Álvaro Obregón?
Nos cobran caro el predial y los servicios y éstos son pésimos o inexistentes, bajo el argumento de que la Delegación destina sus recursos a los lugares más necesitados.
Pero, ¿qué podemos hacer contra todos los votos cautivos de los precaristas que son los clientes de los partidos políticos?
Otro caso es el centro de Tlalpan con la zona rural.
Para iniciar los trabajos de la Constitución de la Ciudad de México, resultaría interesante ver las demarcaciones con criterios de servicio y transparencia y no con los esquemas electoreros en los que convirtieron a las delegaciones. No importa que haya más municipios, al fin y al cabo si no manejan grandes recursos pueden ser objeto de mejor fiscalización en territorios municipales más pequeños, lo que favorecería una interacción ciudadana frecuente con las autoridades municipales.
Considero que si no le entran a atender esta realidad la Constitución será lo mismo: no habrá cambio y se propiciará lo que usted señaló.
El trayecto de negociación que todavía falta a la reforma política de lo que empieza a dejar de ser el Distrito Federal será largo, porque hay quienes apuestan a la permanencia del horror en que está convertida la capital federal de México, mientras otros grupos buscan convertir la Constitución en llave maestra para abrir la puerta, insisto, a la verdadera reforma política que el país necesita como el agua, como la despetrolización, la reconstrucción de la calidad educativa, la anulación de las actividades de corrupción y la desaparición de la impunidad.
El camino es largo, la negociación será tan difícil como fuertes son los deseos de que todo permanezca igual.