La Costumbre del Poder: Desaparecidos: unos a las fosas clandestinas, otros a los quirófanos

Gregorio Ortega Molina 27 de mayo de 2022 -00:12 CE

*Vemos nuestra mortalidad sólo a través de la mortalidad de los demás… Así pues, la muerte y la disección iban de la mano junto con el avance del conocimiento científico. Pero, ¿y el dolor? ¿Y la repugnancia hacia el funcionamiento del organismo femenino durante el Renacimiento, que provocó una fascinación especialmente morbosa por el útero? En el despellejamiento y la disección, las realidades del sufrimiento, el sexo y la muerte no andaban muy lejos”

Gregorio Ortega Molina

Imposible determinar estadísticamente la cifra de desaparecidos, sobre todo si los despojos de los encontrados en las fosas clandestinas, difícilmente o nunca adquieren identidad que les permita entregarlos a sus deudos, con el propósito de que reciban cristina sepultura, con el fin de obsequiar el sosiego a quienes, de pronto, sólo supieron que uno o varios de sus seres queridos no estaban donde debieron estar.

     El tema es de gran trascendencia, porque ante este dilema el Estado pierde la batalla, puesto que el vacío en seguridad se ensancha, y el territorio nacional donde debieran imperar la República y sus leyes, empequeñece ante el avasallamiento de la delincuencia organizada y otros grupos armados, como las guardias comunitarias.

     ¿En qué porcentaje los restos humanos ocultos en las tumbas clandestinas han podido identificarse? ¿Qué sucede con la pedacería de los cadáveres que, con la vida perdida dejaron atrás su identidad? ¿Cómo los preservan en los servicios médicos forenses, hace mucho saturados? ¿Y qué con esas asociaciones de buscadoras de “cuerpos”, que recorren incansablemente zonas identificadas como susceptibles de estar convertidas en cementerios clandestinos? Lo hacen porque para poder continuar respirando, necesitan saber lo que realmente ocurrió con sus seres queridos, notoriamente hijas e hijos, maridos, hermanos… menores de edad, de los que desaparecen 13 diariamente.

     Imposible no deducir, no suponer, no elaborar una hipótesis sobre el destino de esos niños o jóvenes que fueron levantados, o secuestrados, o engañados, para que pudieran ser despojados de sus órganos vitales en quirófanos clandestinos o aparentemente legales, pero con todos los adelantos científicos y técnicos, como la criogenia que les facilitaría exportarlos a cualquier punto del planeta, donde tienen destinatario y son bien, muy bien pagados.

     “El interior del cuerpo, una vez revelado, nos remite a nuestra mortalidad. Pero ¿cuántos de nosotros pueden hablar con conocimiento de su propio interior? Vemos nuestra mortalidad sólo a través de la mortalidad de los demás… Así pues, la muerte y la disección iban de la mano junto con el avance del conocimiento científico. Pero, ¿y el dolor? ¿Y la repugnancia hacia el funcionamiento del organismo femenino durante el Renacimiento, que provocó una fascinación especialmente morbosa por el útero? En el despellejamiento y la disección, las realidades del sufrimiento, el sexo y la muerte no andaban muy lejos”.

     Esta oscura realidad es la que determina el comportamiento y carácter de los padres y otros familiares de los desaparecidos.

http://www.almomento.mxhttp://www.indicepolitico.com ,
www.gregorioortega.blog   @OrtegaGregorio
Si te INQUIETA, compártelo con todos

About gregorioortega

HUMBERTO MUSACCHIO Gregorio Ortega es de los pocos escritores mexicanos que han optado por la edición de internet. Primero publicó o subió la novela Febronio y sus fantasmas que en edición Kindle (https://goo.gl/q0mJyj) tiene un precio de 129 pesos con 98 centavos. Ahora acaba de poner en el espacio virtual, al mismo precio de la anterior, otras dos novelas: Sísifo, santo patrono de los periodistas. Narco, guerrilla y poder (https://goo.gl/QNo1aX) y La rebelión del obispo. Ni los vio ni los oyó (https://goo.glMmYZMv). La primera trata del sexenio de José López Portillo y la relación entre el gobierno y los orígenes del narcotráfico, en tanto que la última versa en torno al obispo Samuel Ruiz García, el subcomandante Marcos y Carlos Salinas de Gortari.
This entry was posted in Uncategorized. Bookmark the permalink.

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Twitter picture

You are commenting using your Twitter account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s