LA COSTUMBRE DEL PODER: Reforma al Poder Judicial va, ¿por qué no también la del Poder Ejecutivo? IV/V

   Gregorio Ortega Molina 27 de junio de 2024 -00:12 CE


 *Estamos ante la irrupción del regreso de la dictadura perfecta, con un elemento adicional: Andrés Manuel López Obrador no llegó solo y por su propio pie a la silla del águila. Para hacerlo, estableció compromisos, y no precisamente primero con los pobres, sino con quienes lo alimentaron de recursos frescos por más de 12 años. En lo anterior anida la razón de la urgencia de que el Poder Judicial se convierta en un cero a la izquierda, y entregue sus atribuciones al Poder Ejecutivo
 

Lo en apariencia indemostrable está a la vista: la reforma al Poder Judicial tiene dedicatoria, y su destinataria no es la presidenta Sheinbaum Pardo, sino Andrés Manuel López Obrador, cuya actitud está más allá de la hybris y del dharma, porque él es la suma de todo.

     Algo sucedió en los mecanismos de orden y sucesión en el Poder Ejecutivo mexicano, desde el momento de la desaparición de la “familia revolucionaria”, que era un grupo regulador que impediría ceder a la tentación a la que se venció Álvaro Obregón.

     Disuelta, ya inexistente la conocida como “familia revolucionaria”, hubo entre los políticos la templanza e inteligencia suficientes para no agarrarse de las greñas y lograr acuerdos que garantizaran el funcionamiento del Estado, el cumplimiento de las aspiraciones de la República, escrituradas en los Sentimientos de la nación.

     Pero, ¿quiénes y cómo se determina -o determinaba- el nombre del responsable de ejercer la titularidad del Poder Ejecutivo? Los inscritos en los poderes fácticos, y hoy también los barones de la droga, asociados por acuerdos no escritos, pero conocedores de la importancia de que las instituciones funcionen, de que la sucesión presidencial no se descarrile, de la vida legal y constitucional de la República, dan su apoyo al que consideran adecuado, aunque se equivocan, como lo constatamos en el resultado de la economía fiscal, que también tiene consecuencias en el crecimiento de sus fortunas. La riqueza no se produce por generación espontánea.

     Con ese añadido que irrumpe y causa mucho ruido: el poder real de la economía del narcotráfico, cuya actividad quiebra la paz y el equilibrio social, y se diversifica, porque sus gerentes son voraces: trata, extorsión, derecho de piso, secuestros, desaparecidos y municipios y entidades federativas en los que imponen su voluntad y las reglas de “su” juego, pero sin la responsabilidad legal de gobernar.

     Estamos ante la irrupción del regreso de la dictadura perfecta, con un elemento adicional: Andrés Manuel López Obrador no llegó solo y por su propio pie a la silla del águila. Para hacerlo, estableció compromisos, y no precisamente primero con los pobres, sino con quienes lo alimentaron de recursos frescos por más de 12 años.

     En lo anterior anida la razón de la urgencia de que el Poder Judicial se convierta en un cero a la izquierda, y entregue sus atribuciones al Poder Ejecutivo.

http://www.almomento.mxhttp://www.indicepolitico.com,
www.gregorioortega.blog   @OrtegaGregorio
Si te INQUIETA, compártelo con todos

About gregorioortega

HUMBERTO MUSACCHIO Gregorio Ortega es de los pocos escritores mexicanos que han optado por la edición de internet. Primero publicó o subió la novela Febronio y sus fantasmas que en edición Kindle (https://goo.gl/q0mJyj) tiene un precio de 129 pesos con 98 centavos. Ahora acaba de poner en el espacio virtual, al mismo precio de la anterior, otras dos novelas: Sísifo, santo patrono de los periodistas. Narco, guerrilla y poder (https://goo.gl/QNo1aX) y La rebelión del obispo. Ni los vio ni los oyó (https://goo.glMmYZMv). La primera trata del sexenio de José López Portillo y la relación entre el gobierno y los orígenes del narcotráfico, en tanto que la última versa en torno al obispo Samuel Ruiz García, el subcomandante Marcos y Carlos Salinas de Gortari.
This entry was posted in Uncategorized. Bookmark the permalink.

Leave a comment